jueves, 23 de mayo de 2013

Se necesita plañidera para el Manglar


Texto y fotos: Loren Eliana Mercado Coronel

“En el momento actual el océano está enfermo y se muere por voluntad del hombre”, dijo Jacques –Yves Cousteau al regresar de un viaje alrededor del mundo a bordo del navío oceanográfico Calypso. Sus palabras hacían referencia a uno de los enemigos que ha tomado mayor fuerza en contra del mar y sus múltiples ecosistemas: La contaminación.

Con el sueño de detener esa agonía aparecen personajes como Luis Fernando Sánchez, “primero investigador y biólogo de profesión”, como él mismo se define. Oriundo del Chía, un municipio ubicado a media hora de Bogotá, Sánchez se enamoró del mar desde las montañas gracias a un programa de televisión que veía en su infancia: ‘El Investigador Submarino’ como él mismo cuenta “Cada vez que empezaba la serie me pegaba a la televisión, y me acercaba a lo que serían las profundidades del mar”. Hasta que se dejó seducir por ellas. Hoy, instalado en Cartagena de Indias, lucha desde su fundación Planeta Azul por reducir la contaminación de la bahía y porque la gente asuma un comportamiento responsable frente a las aguas y oiga lo que él llama “la voz del mar cuando habla”.

Como parte de su trabajo, a Sánchez le gusta meterse entre los matorrales y sentir el olor del mangle y el placer que experimenta cuando encuentra uno sano. “Para mí es tan importante el contacto físico con la naturaleza acuática, que olerlo es la mejor forma de expresar mi necesidad como biólogo, de que el mar me hable para seguir aprendiendo de el”, dice. 

“Lo he pensado bien, pero me falta darle mejor cuerpo al legado que deseo dar al mar… el legado es que el mangle tenga su propio sueño y llegue a convertirse en alguien importante, quiero que tenga voz propia, quiero que sea declarado patrimonio natural, así como la ciudad de Cartagena es declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y patrimonio histórico- cultural de Colombia”, añade. Eso permitiría llamar más la atención sobre la necesidad de una cultura del mar. 

¿Qué significa una cultura del mar? Según la Organización Conservación Internacional – Colombia - (CI) cultura del mar es “la responsabilidad ante el manejo de recursos marino-costeros, la reducción del impacto en los ecosistemas marinos y especies a través de alternativas económicas viables y de la adopción de buenas prácticas de turismo como un incentivo que apoye la conservación”. 

Eso resulta fundamental en estos momentos en los que este árbol se encuentra bajo amenaza. Según Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), más de una de cada seis especies de manglar en todo el mundo están en peligro de extinción debido al desarrollo costero y otros factores, incluido el cambio climático, la tala y la agricultura. 


Raíces entre la basura 


Información de Cardique establece que “la disposición del 40% de las aguas residuales domésticas sin tratamiento, provenientes del alcantarillado sanitario de Cartagena, a través de un tubo submarino, y la degradación y fragmentación (tala y quema) del bosque natural y secundario y las zonas de manglar y afectación de la biodiversidad, son algunos de los mayores tensores de la bahía de la ciudad.”  A medida que crece la población, aumenta la cantidad de residuos contenidos en aguas sucias del alcantarillado, que en ocasiones llega a estos arbustos sin ningún tratamiento.

La UNESCO ha definido la contaminación marina como la introducción de materias en el medio marino que tienen efectos nefastos y especialmente causan daños a los recursos biológicos del mar, ponen en peligro la salud humana, perturban las actividades marinas, como la pesca, dañan el bienestar en lugares de recreo y hacen el agua menos apta para actividades económicas, de entretenimiento y para la reproducción de la vida marina. 

Dentro de esa vida marina coexiste el mangle que es un árbol que crece en el agua y que permanece en ella durante su crecimiento y desarrollo, cuando muchos de estos árboles se reproducen en un mismo lugar, se les llama manglar, que crece hasta extenderse entre la tierra y la orilla del mar como ecosistema marino costero, protege una cantidad de organismos en sus troncos, raíces, o en el fango que los rodea, pero los enemigos que lo amenazan son cada vez mayores. Deteriorada, esta especie está enviado mensajes… Necesita una ‘plañidera’ que como en los funerales tradicionales, llore su pérdida. El mangle se está muriendo. 

La vida entre el manglar


Caminamos por un camino que se construyó sobre el manglar y nuestros pasos crujen al pisar las maderas un poco maltratadas y envejecidas del sendero que conducen a una casa de tablas, que en su entrada, a la izquierda tiene un criadero con tres pavos y dos cerdos; a la derecha, un criadero de peces barbudos. Todas las características de la casa deberían corresponder a una típica casa de barrio o de pueblo, pero no, esta casa se encuentra ubicada en una de las zonas más cotizadas de Cartagena, justo en frente de un edificio de estrato seis, y sobre un territorio de una especie en amenaza: el Manglar.

Justo allí vive Carlos Iriarte, y su familia, conformada por sus dos hijos y su esposa Doira, quienes construyeron su casa “con esfuerzo y dedicación, buscando un mejor lugar para vivir y criar”, dice Doira con altivez, a pesar de que sabe que en cualquier momento pueden sacarla de su “ranchito”, como ella llama a su casa en medio de los matorrales. 

Carlos es un pescador, nativo de la Boquilla, lugar de donde ha visto partir muchas personas por la necesidad. “No he visto lugar como la Boquilla, allí tienes tu pedazo de tierra, algo que es tuyo o por lo menos herencia de los padres, quienes apunta de pesca se ganaron un lugar en estas tierras”, dice. 

Al mirar alrededor, se puede ver a pedazos, el mangle, que le da paso al baño, a los cimientos de la casa que está sobre unos troncos y cemento, y a una cerca, que asemeja la función protectora de los espolones marinos. Como lo explica Doira: “a mí no me da miedo que esto se inunde, porque esto está bien construido. Mis vecinos que ya tienen tiempo viviendo por estos lados me ayudaron a poner las bases de toda la casa”, cuenta. Se le nota confiada, pero al mirar alrededor, se puede ver cómo el agua de la Ciénaga de la Virgen hace pequeños espacios de charcos entre las maderas. En lo alto de la casa está la lavadora, que funciona con la luz que se “prestan” de los grandes edificios al frente, su pequeño televisor y los retratos de la familia. 
Para la familia Iriarte, su casa es su territorio, lugar de su esfuerzo, su pedazo, algo tan suyo que lo sienten como propio. Como ellos, muchos en la ciudad desconocen la existencia de los estudios realizados por la UICN, (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) sobre la valoración global del estado de conservación de los manglares. 

En Colombia los manglares ocupan un área aproximada de 312.536 hectáreas, distribuidas entre la costa Caribe (61.742 hectáreas) y Pacífica. (250.794 hectáreas), según cifras dadas por el Ministerio de Ambiente, publicadas en el Diagnóstico y Zonificación Preliminar de los Manglares del Caribe y Pacífico Colombiano, en mayo del 2002.




Departamento
Manglar vivo (ha)
Manglar muerto (ha)
Guajira
3,131
255
Magdalena 
52,478
23,300
Atlántico
1,148
35
Bolívar 
5,713
55
Sucre
9,574
489
Córdoba
8,862
299
Antioquia
6,805
606
San Andrés

Islas 197
n d
TOTAL CARIBE
87,908
25,039
Chocó

64,750
n d
Valle del Cauca

41,961
n d
Cauca

36,277
n d
Nariño

149,736
  n d
TOTAL PACÍFICO
   292,726



 TOTAL COLOMBIA
380,634
aprox, 80.000


Estos números hablan de una vegetación que cuida de un tercio del oxigeno que respiramos, pero a la vez hablan de los riesgos a los que se enfrenta el país si sigue acabando árboles que se consideran la mayor protección natural en contra de la erosión, las marejadas, tormentas y huracanes de las costas.  Hoy en día, los mangles también están expuestos a la actividad hostil de las construcciones que se erigen en sus hábitats sin control. 



Cartagena, un caso preocupante. 

La realidad establece un panorama en el que la transformación de hábitats, la sobre explotación, la ignorancia y la tala indiscriminada en la ciudad de Cartagena afectan de forma directa al mangle y trazan un futuro incierto tanto para la especie como para la ciudad que se está volviendo cada vez más vulnerable a los ascensos del mar y a las corrientes. No han sido suficientes los esfuerzos que realizan unos pocos, como Fernando Sánchez, para protegerla. 

Para los Iriarte el agua y el mangle tienen su propio significado, el agua es necesaria para vivir y el mangle para su protección. Detenidamente los escucho mientras explican cómo en más de una oportunidad el mangle les ayuda a cobijarse de las tormentas y en los días calurosos los resguarda del sol. Sin embargo, saben poco o nada acerca de su protección y del daño que hacen al edificar y botar desechos entre sus ramas. 

Así, mientras las construcciones crecen y las basuras siguen llegando a las orillas, la búsqueda de una plañidera que acompañe la muerte del manglar sigue en pie. 

Ojalá no haya que verla algún día llorando en la orillas por la pérdida de estos árboles y de las esperanzas de cientos de familias que dependían de ellos. Ojalá ante el pedido de una plañidera, lo que llegue sea una nana, que los arrulle y los ayude a cuidar. 

Doira Iriarte Gomez, en el recorrido por su “ranchito”





Desde la casa se puede ver la carretera y los importantes edificios estrato seis


Entrada a la casa. El salitre y la humedad son los principales olores, pero la calidez humana con la que te reciben hace de lado todo aquello.


La naturaleza, tan sabia que nunca para de dar vida, aun en los precarios terrenos  y nefastas condiciones.





CITAS Y PÁGINAS WEB 

Tabla 1. Cobertura estimada de manglar (ha) vivo y muerto por departamentos para las costas colombianas según datos de Sánchez-Páez et al., 1997; Zambrano-Escamilla y Rubiano, 1997 en: Sánchez-Páez et al., 1997; Sánchez-Páez et al., 2000, INVEMAR, 2004; CVC, 2001; CORPOURABÁ, 2002. nd= dato no disponible

Roberto A. Restrepo, biólogo marino y antropólogo, intervenciones tomadas de su texto “Visión andina del agua” como aporte al proyecto: Memoria y Futuro desarrollado por el Banco de la República de Colombia. Agua: un patrimonio que circula de mano en mano (2011).Banco de la República. Colombia.

Entrevista pescador Carlos Iriarte. Mercado Loren. (2012).

Imágenes. Documentos personales. Mercado Loren. (2012).

“Amenaza sobre la biodiversidad” Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humbolt http://www.humboldt.org.co/iavh/component/k2/item/131-amenazas-sobre-la-biodiversidad

Conservación Internacional de Colombia http://www.conservation.org.co/menu/acerca-de-ci/historia/

INVEMAR e informe del estado de los manglares de Colombia http://www.invemar.org.co/redcostera1/invemar/docs/EAMC_2004/06Estuariosmanglares.pdf

IDEAM. Informe del Estado del Medio Ambiente y los Recursos Renovables (2010) https://documentacion.ideam.gov.co/openbiblio/Bvirtual/022166/PARTE1.pdf

Red Colombiana De Restauración Ecológica (REDCRE) http://www.redcre.com/pdf/ecosistemas/manglares.pdf

EPA Cartagena http://www.redcre.com/pdf/ecosistemas/manglares.pdf

Panorama y definición del mangle en Colombia http://www.minambiente.gov.co/contenido/contenido.aspx?catID=256&conID=4252

Pérez Rivera, E. (2006). Programa Semillitas para el Ambiente. Recuperado el 22 de febrero de 2013, de Comité Caborrojeños Pro Salud y Ambiente Inc.: http://www.proambientepr.org/semillas/temas_educativos/manglares/

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